Monday, April 02, 2007
EL DIA DEL TACO
Mucho se ha debatido en charlas de café si han sido los abogados o los economistas quienes se encargaron de hundir a este país. Independientemente de quien sea el culpable, sospecho que en este nuevo siglo, serán los mercadologos a bordo de la televisión los que se encargaran de cosechar los frutos de tanto catorrazo que nos hemos llevado como nacion. Nomas basta ver como pretenden hipnotizarnos con su logo-mascota de un taco ambulante. Algun columnista -con toda razon- lo describió como una siniestra mezcla de Bart Simpson con el 'Tuca' Ferreti. A mi me parece mas una mutacion degenerativa de 'Pique' (si no saben quien es 'pique' preguntenle al adulto mas cercano).

Debí comenzar a sospechar cuando se instituyó el día de los abuelos, y despues "el día de la familia". ¿Habrá acaso un compló para hacer mas y mas dias feriados?. ¿Será acaso alguna estrategia de reactivacion economica el invitarnos a consumir con pretextos tan brillantes?. El sospechosismo me corroe, la duda me asfixia. Cosmo sufre.

¿Por que no mejor hacen un día del brocoli o de la leche fria?. Y ya estando en eso, podemos hacer un día del tlacoyo, del pambazo, ¡del tamal!, y despues... ¡Oh si!, ¡solo piensen en las posibilidades!, podemos hacer un día del refrigerador, un día de la alfombra, ¡un día del Peje! (piensen en la festividad como una mezcla de la quema de los Judas de semana santa con el asunto de los policias de Tlahuac, pero con efigies del tabasqueño). En fin, una vez puestos en el camino de hacer un día para cosas que no deberían tenerlo, no queda mas que esperar nuestro turno, en una de esas nos toca. Viendo el panorama yo no pierdo la esperanza de que se instituye el día del Cosmo.

Lo bueno es que el año solo tiene 365 dias, lo malo es que con las nuevas festividades no podemos hacer puente.

El día del taco, amén de parecerme una reverendísima tontería, me pone en un estado de melancolía.

¿Saben?. Me veo a mi mismo como un guerrero retirado tras una larga historia de fieras batallas. Alguna vez en compañía de mi "pelotón" (es un cuate mío de panza prominente), dimos cuenta de 68 tacos al pastor, retirandome a dormir sin mayor sobresalto y con 32 dianas en mi cuenta particular.

Hoy día, cuando alguien me invita a comer unos tacos en la madrugada, me dan sudores y calosfríos. Si no traigo Losec o Melox Plus, me niego con rotundidad. Los únicos tacos que podría comer en la noche serían de Peptobismol. La última vez me jugué el destino en dos de bistec, un pastor, dos nopales asados y una cerveza Indio. Esto no puede hacerle daño a nadie, pensé. Cuando llegué a la casa previne cualquier disturbio con un Espaven Enzimático, muy noble, les aseguro que no tiene contraindicaciones. A las dos de la madrugada caminaba por el pasillo convencido de que me daría una embolia. Eché toda la carne al asador y recurrí al bicarbonato. Olvidé los infartos cerebrales con la convicción de que se me habían paralizado los dos intestinos. Me tendí en un sillón reclinable a rezar. A la mañana siguiente denuncié a la taquería con lapidaria frase: algo me cayó mal.

Día del Taco... ¡¡¡Chale!!!

 
posted by Cosmo at 10:08 AM | Permalink |


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